jueves, 9 de agosto de 2012

Arg. Merlo 3 – Excursionistas 4 (3.3.2001)

Aunque para la mayoría de nosotros es historia reciente, muchos de los adolescentes que pueblan hoy nuestras tribunas, no vivieron como se debe el torneo de Primera C 2000/01. Un gran equipo que demostraba una calidad de juego exquisita, dirigido técnicamente por Néstor Rapa, quien logró coronarse campeón del Torneo Clausura 2001. Por esas arbitrariedades históricas que tiene la AFA, un campeonato corto de Primera División significa la gloria, una estrella en el escudo y Copa Libertadores. Pero en el mundo de los mediocres clubes y dirigentes de Primera C, prácticamente no tenía ningún valor. Haber alcanzado aquel titulo solo significó evitar una fase en el torneo octogonal… Increíblemente, ese cuadrazo se quedó afuera en las semifinales del reducido, en dos finales para el infarto con Dep. Laferrere pero esa es otra historia. El partido en cuestión que seguramente quedó en el recuerdo de todos, se llevó a cabo el 3 de marzo con Argentino, en Merlo. Excursio llegaba a disputar la 8va. fecha siendo líder de la tabla de posiciones con 17 unidades, seguido por San Martín de Burzaco con 16. Era una parada difícil, pues el local contaba en sus líneas con elementos experimentados como Pombo, Gallo, Kinaszuk y en la delantera con Adrián Gerry y Caviglia. Muchos hinchas del verde dieron la bienvenida al equipo cuando saltó al campo de juego. Este último se presentaba muy pesado y barroso, por culpa de una lluvia que se había colado para ver el espectáculo pronto a suceder. No acabábamos de ubicarnos cuando Gerry abrió el marcador para los locales a tan solo 6 minutos de iniciado el partido. Sin embargo aun faltaba mucho por jugar. Para sorpresa de todos, el empate no se hizo esperar. Dos minutos después, otro que más tarde vestiría nuestros colores, el arquero Crisitian García le cometió foul penal al “Gordo” Pérez, quien se encargó de marcar la igualdad 1-1. Lentamente el campo de juego comenzó cambiar de color, y el verde césped le cedió lugar al negro barro que comenzó a brotar por las áreas. Los dos equipos se olvidaron de defender y buscaron frenéticamente la victoria. Avellaneda y Cerenza hacían surcos por las bandas, Molini era el abanderado que dibujaba garabatos imposibles, y arriba Pérez y Allende bañados en lodo, eran los encargados de sembrar el terror en el área académica. Pero había alguien más, que con su blonda melena y su casaca número 7 impoluta nos iba a brindar un show difícil de olvidar, era el “E7ERNO” Fabián Della Marchesina. Los 15 minutos de descanso duraron un lustro, en la tribuna los hinchas éramos un manojo de nervios deseando ganar y mantener la punta. Iniciado el segundo tiempo, otra vez Argentino volvió a ponerse en ventaja casi desde los vestuarios con gol de Kinaszuk. Ahí el verde se fue nuevamente a la carga contra viento y marea, y otra vez el “Gordo” Pérez tomó una pelota dentro del área y la mandó a guardar. A los 20 minutos sentenciaba el 2-2. Aún faltaba bastante para el final y, como se presentaba el trámite, podía suceder cualquier cosa. A los 28 minutos se fue expulsado nuestro defensor Juan “el pincha” Risso, y el panorama fue otro, pero esos jinetes vestidos de verde y blanco jamás iban a retroceder. No conocían el significado de “bajar la cortina y aguantar”. Fue así que en la subida número mil de Diego Cerenza, habilitó a Molini quien definió acariciando el balón contra un palo. Un éxtasis total invadió la vieja tribuna visitante de cemento de Merlo Norte. Victoria parcial del verde por 3 a 2 y con un hombre menos, lo que ya era épico pero aun faltaba lo mejor. El desgaste en ambos bandos había sido monstruoso, no solo por la exigencia futbolística sino también por la lluvia que obligaba a un esfuerzo extra. Los de Merlo no estaban dispuestos a conformarse con una derrota digna y continuaban con su asedio incansable. El verde sacudía con algún contraataque. Lamentablemente, a poco del final, luego de una combinación entre Pombo y Gallo, la Academia encontró el empate. Una gran desazón nos invadió a todos pero….. Pese a todo, en la tribuna los hinchas seguíamos alentando, todavía sin entender lo que estaba sucediendo. El premio nos llegó cuando, luego de un corner de Ulises Allende, el mágico “Polaco” Della Marchesina hizo de las suyas y con su melena acomodó la pelota dentro del arco, poniendo números finales a la victoria por 4-3, coronando unos de sus mejores partidos con la casaca albiverde. Los leales que se acercaron al oeste explotaban de alegría. Siendo sinceros, este relato no se acerca ni por asomo a los que fue el trámite real del partido. Un encuentro que lo tuvo todo, emoción, pasión y ficción en los pies del último ídolo del club del Bajo Belgrano. Una de las tantas crónicas se refirió de la siguiente manera acerca de esta obra maestra y a su director Néstor Rapa: “Ahí quedaron flotando las palabras de su técnico, que pregona un fútbol superofensivo y se hicieron carne, en los corazones de diez tipos que lograron hacer dos golazos en inferioridad numérica y remontar el resultado. Y casi emocionó a los más nostálgicos cuando, con el 3-4 en el bolsillo, dejó tres hombres arriba buscando el quinto”. Memorias de una tarde inolvidable para muchos de nosotros, y un homenaje a esos gigantes luchadores que tarde a tarde nos emocionaban a todos.

viernes, 29 de junio de 2012

Banfield 2 – Excursionistas 0 (11.12.1937)

El campeonato de 1937 fue el primer Torneo de Ascenso a Primera División oficial. De ésta forma los dirigentes, que arbitrariamente crearon la liga profesional, encontraron la “solución” a todo ese descalabro generado seis años antes. El campeonato dio inicio recién en el mes de agosto, por lo que se disputó a una sola rueda, donde el campeón ganaría el derecho de ascender a Primera y los últimos tres abandonarían la categoría. Excursionistas había realizado una destacadísima actuación en el Torneo de Preparación de 1937, por lo que los hinchas conocían del poderío del plantel y seguramente iba a ser protagonista. El verde demostró en la cancha lo que se palpitaba en los corazones. Ganó en forma consecutiva los primeros cinco partidos, incluyendo el clásico con Defensores donde se impuso 1-0 con gol de Balparda en un partido muy accidentado, La Prensa comentó que “El arquero Baranzini (Excursionistas), que se aprestaba a detener la pelota fue embestido bruscamente por Galarza, motivando la reacción del guardavalla... Por lo tanto el juez lo expulsó a los 41minutos del primer tiempo. Fue de advertir entonces, la actitud agresiva de algunos parciales de Excursionistas que llegaron a arrojar diversos proyectiles contra el juez... El arco fue cubierto por el jugador De Latantis." Excursionistas era líder del torneo con 10 pts. seguido de cerca por Almagro con 8. Posteriormente, al cabo de algunos resultados adversos, retornó a la senda victoriosa cosechando cinco victorias al hilo nuevamente. Llegando a la 14va. fecha, y con solo tres por disputar, Excursio debía visitar al líder Almagro en el viejo estadio tricolor en Av. Triunvirato 3700, y solo estaban separados por una unidad. Las crónicas dieron cuenta que el encuentro generó una enorme expectativa y que más de 8000 espectadores se dieron cita para ver a los punteros, registrándose la mayor recaudación del campeonato. Mereció ganar Excursionistas ya que no le cobraron un "visible foul penal de Albérico contra Diana, en la primera etapa". Finalmente, la balanza terminó inclinándose en favor del local. Así la parcialidad del Bajo Belgrano veía alejarse la punta del torneo. Pero las esperanzas no estaban perdidas porque el sábado siguiente Almagro quedaba libre y la diferencia de 3 pts. podría reducirse a 1, restando tan solo una jornada. El sábado siguiente el verde goleó a Dock Sud por 4-3 y se puso a tiro de Almagro. Aquí debemos abrir un paréntesis para explicar lo que venía sucediendo en el fondo de la tabla. Sp. Barracas y Sp. Alsina ya estaban descendidos. La otra plaza la estaban peleando entre N. Chicago (13pts) y Banfield (12pts). El club de Mataderos quedaba libre la última fecha, por lo que Banfield estaba obligado a ganar para evitar el descenso. En la última fecha se enfrentarían Banfield – Excursionistas y Dock Sud – Almagro. El tricolor empató con los darseneros 2-2, estirando la diferencia a 2 puntos, lo que obligaba a Excursionistas a obtener un triunfo en el sur para generar un desempate. El verde, dirigido por el eterno Pedro Tilhet, entró a la cancha con: Baranzini, Rodríguez, Navigante, Alvarez, Ruano, Giuliano, Paolini, Balparda, Diana, Ballerio y Ortíz. A pesar de haber salido resuelto a buscar la victoria, Excursio no pudo con los sureños, cayendo por 2-0. Se encontró con un rival que defendió el triunfo con uñas y dientes con el solo objetivo de evitar el descenso, desgracia que finalmente decayó sobre N. Chicago. De esta forma se nos escurrió de las manos una chance histórica. Muchas veces, los destinos y el derrotero de los clubes se definen en estas situaciones impensadas. ¿Que hubiera pasado si el verde subía a Primera en 1937 y lograba mantenerse un par de temporadas en la máxima categoría? Probablemente su historia futura hubiera cambiado… Lamentablemente, Excursionistas (24pts.) finalizó en la segunda posición detrás de Almagro (26pts.) quien se coronó campeón de Segunda División. Pese a no haber logrado el ascenso, en la Memoria y Balance de 1937, se publicó el siguiente extracto: “Creemos que los cálculos más optimistas hechos al comenzar el período, respecto a nuestro desenvolvimiento deportivo, social y económico, se han visto en este lapso cumplidos satisfactoriamente.” Con ese mensaje lacónico del Secretario de Actas del Club, se despedía un año en el que el “verde” pudo haber cambiado su destino…

martes, 19 de junio de 2012

Excursionistas 2 - Sarmiento de Junín 0 (1.6.1986)

Por Marcos Damián Tricarico.
A todo o nada; el tiempo de los cálculos y las especulaciones llegaba a su fin. El margen para el traspié era nulo sabiendo incluso que, un triunfo en la fría mañana del domingo 1º de junio de 1986 ante Sarmiento de Junín, no bastaría para llegar al mano a mano por el ascenso. Argentino de Merlo estaba un punto por encima nuestro, y por lo tanto deberíamos esperar una “manito” del puntero Dock Sud. La única a favor que teníamos era que a igualdad de puntos con la “Academia del Oeste”, clasificábamos por tener en ese momento mejor diferencia de gol. Nervios, angustias, y temores sumados a la esperanza y la ilusión, eran los sentimientos que predominaban, en el ánimo todos los “leales” presentes aquella mañana dominguera. Recuerdo no haber podido dormir en la noche previa pensando en este partido y en lo que sería no obtener la clasificación; sólo la fe y el optimismo de mi querida “vieja” María, me mantenían en pie logrando que el desayuno no fuera tan angustiante, más allá de su cariño y su: “confiá Marquitos, cuando te llame a la tardecita del trabajo me vas a decir: Mamá tenías razón, Excursionistas clasificó”. Con esas palabras y su dulce beso me fui derechito al “Coliseo de los Sueños” sito en La Pampa 1376, esquinas Miñones y Migueletes en el populoso barrio del Bajo Belgrano; lugar en donde viviría una de las mañanas más felices de nuestras vidas. Presentes todos a la hora del imaginario pase de lista, y con el grito ¡¡VERDE VERDE VERDE; VERDE CORAZÓN; AQUÍ ESTÁ TU HINCHADA QUE TE QUIERE VER CAMPEÓN!! el equipo conducido por Oscar Gómez salió a jugarse su última ficha. Enfrente teníamos a un rival que también estaba en las mismas circunstancias que nosotros, pero con la desventaja de jugarse su suerte en nuestra casa; por eso había que hacer sentir la localía más que nunca, y lo hicimos con fervor, con fe y con nervios también. Por suerte los goles del “Chirola” Amulet y de Schiappacasse llegaron rápido, calmando en parte la ansiedad del equipo y de todos nosotros. Sólo restaba saber cómo le iba a Argentino de Merlo en una época en la que no existían celulares, ni radios partidarias y mucho menos internet. Los minutos del segundo tiempo fueron consumiéndose paulatinamente sin correr riesgo alguno; el “Verde” le había tirado toda su historia y ambición a un Sarmiento que sólo pretendía volver raudamente a su Junín natal. El 2 a 0 final sellaba el triunfo de Excursionistas pero no aún la clasificación, ya que desconocíamos lo que estaba pasando entre Argentino y Dock Sud; todos congregados en el patio esperábamos que desde nuestro Cabildo surgiera la “proclama clasificatoria”. Y la misma llegó cuando a las corridas el recordado Antonio Gorsd, confirmaba el empate y la clasificación de Excursionistas para jugar el mano a mano con Berazategui, e intentar el ascenso a la “B”, aunque en realidad era la permanencia en la tercera categoría de un nuevo fútbol, que le daba paso al Nacional “B”. El abrazo eterno entre todos; el grito contenido por las angustiantes 18 fechas y también algunas lágrimas que, más de uno, dejó soltar de entre sus ojos, eran las fotografías de un domingo felíz, de un domingo que corroboró que mi “viejita” tenía razón.

jueves, 7 de junio de 2012

Excursionistas 2 – C. Córdoba 0 (26.6.1943)

Por Marcos Damián Tricarico.
Quienes años de rica experiencia llevan sobre sus espaldas, lo recordarán por su estilo de juego y fundamentalmente, por su valor y entrega en la defensa de la camiseta albiverde. Otros que inician el camino de transición para llegar a tal preciada cualidad, como quien suscribe, lo recuerdan por su vestimenta deportiva, y su ubicación permanente junto a los técnicos y jugadores sentados en el banco de suplentes. Su figura, alta y delgada, no pasaba desapercibida a mis jóvenes ojos como al de otros muchos; él era quien corría inmediatamente con su bidón de agua para asistir a un jugador lesionado; él fue quien sólo jugó para un club y dedicó su vida al mismo; me estoy refiriendo a Eduardo “Pata” Dotto, el símbolo de Excursionistas. Y decidimos titular esta memoria con el partido que marcó su debut, el 26 de junio 1943 enfrentando a Central Córdoba donde el verde formó con Rebutti, Rossell, Maraviglia, Roncoroni, Dotto, Alvarez, Díaz, Archero, Soler, Ballerio, Roggero y se impuso por 2-0 siendo él autor de uno de los tantos. En cierta ocasión consultado por su debut dijo: “La diosa Fortuna me regaló el recuerdo más grato de mi vida de jugador, marqué un gol desde 35 metros, no lo podía creer, estuve dos minutos mirando para el lado de las tribunas, sentado en el suelo. Lo dejé chiquito al terror de los arqueros (en referencia a su amigo Carlos Soler)”. A partir de ese día defendió la casaca de Excursio en 389 partidos, jugando 16 temporadas consecutivas, hasta el 29 de noviembre de 1958 cuando disputó su último partido enfrentando a Talleres de Escalada. La revista “El Gráfico” supo dedicarle una nota a modo de despedida donde lo calificó como un “ejemplo de fidelidad, perseverancia, humildad, respeto y conducta”. Los más entrados en años lo definen como un jugador noble, valiente, dúctil, de enorme entrega y gran capacidad de juego; sus gotas de sudor en cada partido regaron el suelo fértil de nuestro entrañable coliseo. Los otros que, como yo, lograron verlo en su faceta de masajista, utilero y auxiliar, lo recordamos por su raudas corridas en el afán de auxiliar a nuestros jugadores, o bien en alcanzar las pelotas que quedaban por los costados de la cancha. Su equipo de gimnasia formaba parte de su figura física, y raro me resultaba verlo con indumentaria de vestir. Alentó, luchó y colaboró hasta el último día de su vida por su querido Excursionistas, el club que amó hasta su adiós físico y al cual aún ama desde su lugar celestial. El 10 de octubre de 1981 y tras la victoria por 2 a 1 en el Bajo Belgrano ante Chacarita Juniors, tal vez haya sido la última gran alegría vivida por el inolvidable Eduardo, ya que a la salida del vestuario y en su larga caminata por el viejo patio, hoy nuestro gimnasio techado, se lo vio llorar con profunda emoción. Recuerdo que mi tío José Yazbak supo decirme con justa razón: “Nadie más que él tiene bien merecida esta alegría”. Y vaya que la tenía porque a pesar de llevar sobre sí una cruel enfermedad por años, el Pata siguió estando y viviendo por los jugadores, por “sus muchachos” como bien solía definirlos y fundamentalmente por su Excursionistas. Su labor prosiguió un tiempo más hasta que el 26 de mayo de 1982, se despidió para siempre de todos nosotros y “con él se va un pedazo grande de nuestro querido club” como bien definió la revista en aquel momento “Excursio, una voz de Belgrano”. El hombre de una sola camiseta; el hombre de una vida dedicada íntegramente a los colores verdes y blancos, quien estará presente en el recuerdo de todos los leales que hoy, no sólo lo recuerdan por su nombre en el sector de las plateas, sino también por aquellas lágrimas llenas de alegría, por aquellas “lágrimas felices del hombre de una sola camiseta”.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Excursionistas y la Selección Argentina Nro. 01

Tilhet Pedro
Por Adrian Bollici
La Selección Nacional de fútbol de la Argentina nació allá lejos por el año 1901 con la necesidad de trasladar aquel novísimo deporte de origen británico fuera de nuestras fronteras. A partir de allí comenzó un largo derrotero que incluyó primero encuentros amistosos, luego torneos sudamericanos, para llegar en la década del `20 a los Juegos Olímpicos y en el año 1930 al primer mundial de la historia disputado en Uruguay.
En esta ocasión rompemos el molde de este blog y no vamos a recordar ningún partido del verde.
Esta vez nos permitimos la libertad de rescatar del olvido aquellos apellidos que jerarquizaron, tanto la camiseta albiverde como la celeste y blanca. ¿Ud piensa que no los hubo? Pues, se equivoca.
Realmente es una tarea muy difícil la de recopilar todos los jugadores que, a lo largo de su trayectoria, se calzaron la camiseta de Excursionistas y de la Selección Argentina o viceversa. Es por ello que esperamos recibir la colaboración de los lectores. Pedro Tilhet. La gira incluyó enfrentamientos con Asoc. Santiago, Liga de Valparaíso, Combinado Santiago – Valparaíso, Club de Deportes Everton y Liga de Los Andes. El eterno Tilhet disputó todos los encuentros y el resultado de la gira fue un verdadero éxito.
Grimoldi F.
Para 1931 nuestro arquero Fortunato Grimoldi (alguna vez tapa de la Revista El Gráfico) fue requerido para disputar unos encuentros amistosos en Paraguay. Se desempeñó como portero en dos partidos, uno contra la Selección de Paraguay y otro contra una representación de la Liga local, donde la Selección Argentina obtuvo sendas victorias.
Volante Carlos
También en 1931 un jugador que no tuvo gran renombre, pero si una destacada carrera futbolística, vistió la camiseta de Excursionistas: Carlos Martín Volante. En 1929 formó parte del combinado argentino que enfrentó al Club América FC de Río de Janeiro y en 1930 fue inscripto para enfrentar a la Federación Yugoslava de Fútbol en cancha de River Plate. En ambos casos el equipo local resultó victorioso. Para 1932 abandonó la Argentina y desembarcó en el fútbol italiano representando a equipos como Napoli, Livorno y Torino. Más tarde continuó su carrera en Francia y Brasil.
En el año 1925 la Asociación Amateur Argentina organizó una serie de partidos amistosos por la vecina República de Chile. En vista a la conformación del combinado nacional, y a pesar de haber nacido en Uruguay, es convocado nuestro jugador.
En 1933 nuevamente se solicitan los servicios de Fortunato Grimoldi para proteger el arco de un selectivo nacional. El mismo realizó un viaje por Chile enfrentando a Colo-Colo, Soc. Sp. Italiana, Unión Española, y al Club Magallanes. En total disputó siete encuentros ganando todos. La excursión fue un éxito ya que ningún equipo argentino ni extranjero había salido invicto del suelo trasandino.
Ese mismo año Adolfo Zumelzú también se probó la albiverde. Zumelzú fue un futbolista argentino
Zumelzu Adolfo
que participó de los Sudamericanos de 1927 y 1929, del Campeonato Mundial de 1930 y de los Juegos Olimpicos de Amsterdam de 1928. Vale la pena recordar que en estos dos últimos torneos mencionados, Argentina alcanzó la final, perdiendo ambas contra el representativo de Uruguay.
Belis Antonio
Para el Campeonato Mundial de Italia de 1934 fue citado Ernesto Belis, jugador iniciado futbolísticamente en nuestro club, donde jugó desde 1927 hasta 1930. Luego retornó para los campeonatos de 1939 y 1940.
Aún quedan en el tintero muchos apellidos que surgen facilmente como Houseman o Higinio García, pero también hay muchos más que esperan ser rescatados del olvido y el anonimato.
En próximas entregas continuaremos recordando a quienes hicieron grande a la casaca de Excursionistas, representando a nuestro país.
Excursionistas y la Selección Argentina Nro. 2

jueves, 24 de mayo de 2012

Excursionistas 2 – Midland 0 (16.09.1989)

El Club Ferrocarril Midland descendió a la Primera “D” en el año 1976 y debió esperar hasta el año 1989 para volver a la Primera “C”. Cuando retornó no fue otro humilde campeón de la quinta categoría del fútbol argentino, sino que desembarcó con el prestigio de haberse coronado campeón invicto, sin conocer la derrota durante las 38 fechas del torneo. Ya en la Primera “C” el equipo del oeste ostentaba el gran invicto de 40 partidos (2 partidos más del torneo de Primera “D” 87/88), y estaba decidido a continuar con su racha victoriosa durante el campeonato 89/90 que se avecinaba. Excursionistas arrancaba el certamen con todo el peso de haber perdido la final del octogonal a manos de Ituzaingó, y los hinchas no esperaban otra cosa que ser protagonistas. Entre las altas y bajas destacables podemos mencionar al arquero Abt, la “Chancha” Aragón quienes se alejaron, y sus puestos fueron cubiertos por el “Loco” Seria y el habilidoso “Sapo” Cuartas, mientras que la dirección técnica estaría a cargo de Guillermo Tuya. El inicio no fue el esperado, en las primeras once fechas Excursio consiguió solo dos victorias contra Sarmiento y Comunicaciones. Por otro lado Midland continuó extendiendo su gran marcha durante diez presentaciones más logrando un récord imbatible de 50 partidos. En la fecha 11ra. enfrentó a Sarmiento de Junín en Libertad y ahí se cortó su racha triunfal donde fue derrotado por 1-0. La fecha siguiente el fixture envió a los funebreros de visita al Bajo Belgrano. A pesar de haber perdido su invicto aún se mantenían invulnerables en condición de visitantes. Recuerdo la gran expectativa que generó este partido, y la considerable cantidad de público de Excursionistas y de Midland que se dieron cita aquella tarde en Pampa y Miñones. El verde formó con Seria, González, Ronci, Machín, Corrales Velloso, Bolado, Marechal, Pereira, El Alí, Sotelo y Sáenz. Promediando el primer tiempo arribó la parcialidad visitante casi colmando la tribuna de la calle La Pampa, con gran cantidad de estandartes y una amplia bandera con una calavera dibujada en el centro. El verde hizo un gran esfuerzo por superar a su rival, a la vez que los funebreros se aferraban a defender lo último que les quedaba de su título de. Finalmente el local se impuso por 2-0 con goles de Pereira y Sotelo. Esta era la génesis de una paternidad que con el tiempo sería cada vez más amplia. En la revancha disputada en Libertad, el verde volvió a imponerse esta vez por 4-0 con dos goles de Caimi, Cuartas y Machín. Ese día los adictos locales abandonaron el estadio y fueron en busca de los hinchas de Excursionistas. Al año siguiente por la fecha 15ta. del torneo 90/91, volvieron a verse la cara villeros y funebreros, y otra vez volvió a imponerse Excursionistas por 2-0 con goles de Alderete y Fonseca Gómes y nuevamente hubo escaramuzas entre ambas hinchadas. Los funebreros abandonaron la tribuna dejando colgada la vieja bandera de la calavera. Una dato curioso es que en el equipo visitante aquella tarde jugó Sergio Rondina, quien dos décadas más tarde se desempeñaría como DT de nuestro club. El historial lo encuentra a Excursionistas 18 partidos arriba de Midland sobre 36 jugados hasta la fecha, lo que demuestra que la paternidad nacida en el año 1973, con el correr los años, se agiganta cada vez más.

lunes, 14 de mayo de 2012

Excursionistas 0 - Deportivo Español 0 (7.10.1978)

Por Marcos Damián Tricarico.
Por aquellos días perduraban aún los ecos de la final del Campeonato Mundial de 1978 ganada por Argentina ante Holanda por 3 a 1; ficticia alegría en tiempos de profundo dolor y horror. El campeonato de la Primera C albergó a uno de los equipos que por eficacia, cantidad de puntos y goles (118) quedó como uno de los récords del fútbol argentino: Talleres de Remedios de Escalada. El equipo del sur fue un digno campeón de punta a punta, muy a pesar del esfuerzo de Dep. Morón y Dep. Español por alcanzarlo. Excursio dio batalla hasta donde pudo e incluso fue uno de los pocos que, en el Bajo Belgrano, venció al equipo tallarín por 3 a 2. El Verde no desentonó en ese torneo aunque no le alcanzó para luchar por el título. Encaramado siempre entre los seis primeros, pero lejos de la pelea grande, recibía en Pampa y Miñones al “Dipurtivu”, un equipo que llegaba necesitado de los dos puntos, para seguir soñando con un ascenso que se le venía negando. Era una tarde nublada, gris, en un país carente de sol. Español contaba con figuras de la talla de Pedro Catalano, que con el tiempo llegaría a convertirse en el legendario arquero que también jugó en Primera División para los gallegos, con los defensas Fleitas, Leandro y José Luis Pérez, que en 1981 jugó para el verde, y en el ataque un morocho nro. 9 de apellido Moreno y un tal Garrafa, que también vistió nuestra camiseta en 1982, y que además fuera suplente en el ’75 en el equipo de San Telmo que ascendió a primera. Recuerdo que como siempre no eran muchos los hinchas de Español, aunque venían entusiasmados tanto por la posibilidad del ascenso, como por haber escriturado el predio del Bajo Flores, tal como lo anunciaba el vendedor del diario “El Faro de España” en la mismísima puerta de entrada del club. Esto marca a las claras la cordialidad nunca reconocida de nuestro club. El partido lo transmitió la vieja LS 6 Radio del Pueblo, con los relatos de Ricardo Aldao dado que el legendario don José Félix del Alcazar, el que después de cada gol decía “casacas rojas españolistas” había fallecido poco tiempo atrás. Excursio, duro, difícil y bravo de local buscaba arruinarle al visitante el sueño de campeón. Y así fue, Excursio siempre tuvo la iniciativa, fue férreo en la defensa con un Suárez inexpugnable, con un Luna impasable, con Javier Gador como 9 pero que extrañaba las gambetas de Jorge Villagra “Villagrita”, que semanas antes había sido comprado por Atlanta para jugar en la A. Así y todo el Verde siempre fue a buscar el partido, demostrando el porque de su bravura a la hora de jugar como local. El trámite del partido fue de pierna fuerte; cada pelota se jugaba como si fuera la última, aunque siempre con la sensación de que Excursio era un poco mejor, pero no lo suficiente como para inclinar la balanza a su favor. El 0 a 0 no se movió y el final sólo consiguió quitarle brillo a un partido intenso, en donde Español perdió toda chance de campeonar, y Excursio la posibilidad de acercarse a un cuarto puesto que finalmente conseguiría al culminar el torneo.

lunes, 7 de mayo de 2012

Excursionistas 2 - Platense 1 (8.8.1959)

Al término de la 15ta. fecha del torneo de 1959, Excursionistas venció por 2-1 a Nueva Chicago en Mataderos con goles de Dávila y Aguilar. Esta fue la cuarta victoria consecutiva de una levantada que invitaba a soñar, y que ubicaba al verde en tercera posición en el campeonato, solo superado por Banfield y Platense. Pese a ocupar una posición privilegiada en el pelotón de vanguardia, el equipo del Bajo Belgrano no estaba realizando una campaña brillante, pues sobre 15 jugados contaba con 9 victorias y 6 derrotas. En la fecha siguiente el puntero Banfield recibía a Unión en el sur, y Excursio a Platense en Pampa y Miñones, siendo éste unos de los partidos destacados de la fecha. El taladro venció por 1-0 al equipo tatengue, por lo que el verde estaba obligado a ganar su partido para no perder pisada al puntero. Esa tarde el Fortín de Belgrano, ofreció un espectáculo imponente con casi 10.000 espectadores colmando totalmente la capacidad de sus tribunas, convirtiéndose en un récord de convocatoria para nuestro estadio. Los equipos se alistaron de la siguiente manera:
Excursionistas: Valentín Domínguez, Juan Miño y Mario Scianca, Pedro Branca, Antonio Pacheco y Ernesto Gauthier, Eugenio Calistro, Eduardo Dávila, Juan Carlos Aguilar, Hugo Osvaldo González y Ernesto Alonso. Platense: Topini, Medina y Hernández, Rojas, Celaya y Ghersinich, Piotti, Balassanian, Domínguez, Morrone y Figueroa.
Cotejando las crónicas realizadas sobre este encuentro, todas coinciden en destacar el gran espíritu de lucha con que el verde salió desde los vestuarios aportado por su DT Carlos Calocero. Con el correr de los minutos el calamar impuso su juego mereciendo ponerse en ventaja, pero el local logró balancear el trámite con la entrega de sus jugadores, fue así que luego de un asedio sobre el área visitante Alonso abrió el marcador a los 11 minutos. Inmediatamente el marrón de Saavedra se fue en busca del empate, su arquero Topini le hizo llegar el balón a Domínguez, éste lo puso magistralmente desde media cancha a la entrada de Morrone quien marcó el empate con un zurdazo. El final del primer tiempo llegó luego de un peligroso disparo de Hugo González que se estrelló en el poste, cruzó todo el arco, y fue pifiado por dos delanteros. El segundo tiempo arrancó anodino y lento, ninguno se resignaba a perder, pero sorpresivamente quebró la monotonía Raúl Domínguez quien luego de una veloz escapada cayó dentro del área, y el juez Bossolino marcó penal. El jugador Piotti fue el encargado de ejecutar la falta, según el cronista de la revista EL GRAFICO: “el mismo Piotti avisó a los cuatro costados hacia donde iba a dirigir el shot, además lo tiró afuera.” Parecía que el encuentro se encaminaba al empate, hasta que a los 26 minutos Medina le cometió un foul a Aguilar, al momento de ejecutarse le infracción, el árbitro suspendió el juego para acercarse al recinto policial, y denunciar la caída de un vaso al campo de juego siendo él objeto de tal agresión. Al ejecutarse nuevamente el tiro libre, y tras un rebote, la pelota llegó a poder de Alonso quien marcó el gol de la victoria. En los últimos minutos Platense atacó desesperadamente, pero la defensa albiverde defendió el arco de Dominguez férreamente. Una tarde inolvidable se vivió en el Bajo Belgrano que quedó grabada a fuego en la muchedumbre que asistió a ver el encuentro. Tras esta victoria el verde alcanzó a Platense ubicándose los dos como escoltas de Banfield. En la segunda rueda Excursionistas también logró imponerse al calamar en el viejo estadio de Manuela Pedraza y Crámer por 2-1 (Cestáreo y Villalba), constituyéndose ésta en la única victoria del verde en ese reducto. Un dato curioso es que con el correr de las fechas, el trío que lideraba la tabla de posiciones defeccionó de tal forma, que al finalizar el torneo ocuparon los puestos de mitad de tabla. El equipo que se coronó campeón fue Chacarita Jrs. quien al cabo de tres temporadas retornó a Primera División.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Sp. Dock Sud 2 - Excursionistas 0 (25.6.1983) Parte 2

Por Marcos Damián Tricarico.
Las buenas actuaciones contrastadas con otras muy regulares, marcaban el período de transición que vivía Excursionistas. Pocas fechas habían pasado entre la partida del anterior DT Edgardo Marchetti y la llegada de Guillermo Tuya, por ende poco era el tiempo de conocimiento entre el nuevo entrenador y este muy buen plantel. A los buenos desempeños observados en la victoria ante Defensa y Justicia, y en la derrota ante el puntero Argentino en Rosario, se le sumaban los pálidos triunfos ante Tristán Suárez y Muñiz en el “Bajo Belgrano”. Teniendo en cuenta que, con este partido ante Dock Sud se daba inicio a la segunda rueda, la necesidad de iniciar definitivamente el camino del despegue era imperiosa; con este anhelo todos los “leales”, incluyéndome a mí y a los hermanos José Luis y Roberto Terenzio, concurrímos al viejo estadio de los Inmigrantes. Durante los partidos la irregularidad se manifestaba a cada instante; pasaba de jugar un buen fútbol por varios minutos, a largos pasajes de enorme desconcierto. A esta altura eran circunstancias habituales de todos los sábados y que, de persistir, podrían poner en riesgo el sueño de ascender. A pesar de todo, el “Verde” contaba con el apoyo incondicional de su gente que sabía perfectamente la cuantía de este equipo, que aún no lograba descubrirse a sí mismo. Durante el transcurso del primer tiempo Excursionistas mostró ser mejor, no de manera abrumadora, pero lo suficiente como para haber establecido una mínima ventaja en el marcador; el buen trabajo de Mazariche, el esfuerzo de Carrasco y las subidas por el lateral derecho de Juancito de Vaan, un pibe hecho en el club y que después de mucho tiempo había logrado tener su chance de jugar en primera, no bastaron para establecer dicha diferencia. Esperábamos con expectativa que en la segunda etapa, todo ese leve predominio se tradujera en la red. Lamentablemente ello no ocurrió dado que el “Verde”, una vez más cayó en la irregularidad señalada y su intrascendencia le posibilitó al “Docke”, un débil equipo que comenzaba a transitar el camino que le haría vivir su primera experiencia en la Primera “D”, a animarse de a poco. Y con muy poco se puso en ventaja gracias a un error del “Polaco” Heinrich, que peinó una pelota hacia atrás, sin darse cuenta que ya había salido por la misma el arquero Peralta Luna, y por arriba de éste estableció el 1 a 0 parcial. ¡Imposible de creer pero real!; al “aplaudan no dejen de aplaudir los goles del polaco que ya van a venir”, que alegre e irónicamente nos cantaban los hinchas locales, se le sumó al minuto el segundo gol del “Docke” convertido por el rubio delantero centro Darío Crenko. A partir de aquí los minutos siguientes fueron jugados a toda desesperación; centros y más centros en búsqueda de alguna cabeza salvadora, fueron los manotazos de un Excursionistas que se ahogaba en su propia irregularidad e ineficacia. El final y su consecuente derrota abría en todos nosotros la incógnita de saber si finalmente Excursionistas aprendería de ella; afortunadamente sí lo hizo posibilitándole meses después, llegar al “mano a mano” con Talleres de Escalada por el ascenso a la “B”.

lunes, 23 de abril de 2012

Excursionistas 4 - Sp. Dock Sud 1 (12.2.1983) Parte 01

Por Marcos Damián Tricarico.
Daba inicio un nuevo campeonato y con él una renovada ilusión, esa que aún hoy perdura, la de volver a Primera “B”. Excursionistas lograba mantener, como no sucedía en tantísimos años, el mismo cuerpo técnico y la mayoría de los jugadores del año anterior. Un plantel que había sido víctima de un descarado despojo ante Central Córdoba, perpetrado por un arbitraje que bien “cumplió con los deberes” emanados de vaya saber quien. La expectativa por un futuro promisorio nos hacía sentir plenos e ilusionados pero, al mismo tiempo, con cierta incertidumbre fundada en que aún no teníamos la certeza si Fonseca Gómes formaría parte del equipo, a pesar de que el “Verde” ya había hecho uso de la opción de su pase. La brillante temporada anterior de Oscar hizo que muchos equipos depositaran sus ojos en él. Incluso el mismísimo River Plate, club con el que realizó la pretemporada para ver si quedaba como integrante del plantel, que dirigía por aquellos años José “Puchero” Varacka. Su ausencia en los partidos preparatorios alertaban tal posibilidad, y nos costaba pensar en su despedida que lamentablemente terminó sucediendo. Pese a ello la soleada tarde veraniega de febrero, nos convocaba una vez más para intentar darle forma a nuestro permanente sueño de ascender. Recibíamos en el Bajo Belgrano al Sp. Dock Sud, un equipo que con mucho esfuerzo evitó el descenso en el campeonato anterior y que pretendía en éste eludirlo. Para la actual temporada Excursio promocionaba en su equipo titular a un joven, que en 1982 se encontraba en el campo de batalla de Malvinas, nos referimos al zurdo Reinaldo Leguizamón, y además incorporaba a los jugadores Peralta Luna, Varise, Mezher, Dávila, Augusto Sánchez, Morel, Lacanna, Caligiuri, Ferreyra y a un tal Rubén Lanutti, cuya participación terminó siendo decisiva para el resto del torneo. Con este panorama el “Verde” salió a la cancha dispuesto a llevarse por delante al pobre “Docke”, que contaba entre sus figuras salientes al veterano arquero Luque que venía de Arsenal de Sarandí y un ex nuestro, el delantero Daniel Díaz. De arranque nomás Excursio desplegó un fútbol fantástico, con un mediocampo exquisito a la hora de la generación de juego, y una delantera demoledora que concretaba cuanta situación de gol disponía. La diferencia entre uno y otro equipo se hizo notoria desde los primeros minutos, tal como lo reflejó nuestra legendaria revista “Excursio, una voz de Belgrano” al titular “La lucha del gato maula y el mísero ratón”. ¡SI SI SEÑORES YO SOY DEL VERDE; SI, SI SEÑORES DE CORAZÓN, PORQUE ESTE AÑO DE ACÁ DEL BAJO, SALIÓ EL NUEVO CAMPEÓN!, eran las letras de una música que sonaba con los tres goles conquistados por el sensacional “Beto” Horvath, más el tanto del “Polaco” Heinrich. Fue ésta la demostración de un equipo que había entendido el gusto y el deseo de toda la hinchada, que había logrado la experiencia suficiente para afrontar un duro torneo, y a pesar de la ausencia de Fonseca Gómes, logró arrancar los primeros aplausos de los muchos que cosechó. Con el correr de los años, a mi entender, se transformó en el mejor equipo de los últimos 40 años, en el Eduardo Lausse del boxeo, en el verdadero “CAMPEÓN SIN CORONA”.

viernes, 13 de abril de 2012

Lugano 0 - Excursionistas 2 (18/8/1991)

Por Marcos Damián Tricarico.
Tarde de domingo y de fútbol, pero del fútbol que a nosotros nos gusta, el del ascenso. El torneo de la Primera “C”, comenzaba a tomar forma de ilusión en cada uno de los firmes y estoicos leales de Excursionistas. ¿Y cómo no iba a tomar forma el siempre vigente anhelo de volver?, si el “Verde” se hallaba ubicado en el primer puesto del campeonato. Nos resultaba sumamente grato ver en la cima de la tabla de posiciones a nuestra querida institución, pero a la vez nos parecía increíble por el hecho que este equipo, sin nombres rutilantes y con un presupuesto menor, había logrado lo que el “dream team” de la temporada anterior, jamás había podido lograr. ¿Sería éste el año? ¿serían finalmente los pibes del club los que nos den el ansiado ascenso? Éstas y unas cuantas preguntas más revoloteaban por los aires frescos del Bajo Belgrano. Y desde allí un gran número de hinchas partieron hasta la localidad de Tapiales para acompañar al hasta aquí líder del torneo. Algunos viajaron en micros y varios autos, otros en el colectivo 59 hasta la estación Buenos Aires del Ferrocarril Belgrano Sur, desde allí el tren hasta la cancha de Lugano, éstos fueron los medios utilizados por la enorme legión albiverde. Los integrantes de la “Barra de la Cerveza”, próxima a estrenar su insignia hecha bandera y entre los cuales se hallaba quien suscribe, fuimos en el viejo ferrocarril y nos apostamos en el enorme terraplén de pasto y tierra, que oficiaba de tribuna popular visitante. El equipo dirigido por Guillermo Tuya, luciendo su nueva indumentaria, una casaca blanca con una franja cruzada verde, fue recibido por un aliento ensordecedor que dejaba bien en claro nuestro total apoyo y acompañamiento. El equipo formó con: Sammartino, Gorsd, Machín, Cuitiño, Bustingorria, Maidana, Caligiuri, Horvath, Lettieri, Pérez, Sáenz. Excursionistas transitó con autoridad y holgura este encuentro; supo desde sus comienzos de la superioridad que poseía por sobre su rival, y sin sobrar o subestimar tal circunstancia, fue acumulando méritos y opciones de gol para abrir el marcador. “Ventanita” Gorsd y “Quico” Cuitiño cerraban bien la tranquera defensiva, desde allí fueron apuntalando el buen rendimiento que logró tener el equipo durante el primer tiempo. A la superioridad manifiesta le faltaba el gol y por ello con un buen orden impartido por Caligiuri en la mitad de cancha, sumado a la constante movilidad de “Pechito” Sáenz y a la peligrosidad de permanente de “Perico” Pérez y Lettieri, el “Verde” acorraló al “naranja” de Tapiales, consiguiendo primero por intermedio de Carlos Lettieri y posteriormente por el recientemente ingresado Roberto Grecco, los dos goles con los que Excursionistas ganó el partido y conservó obviamente la punta de la tabla de posiciones. El idilio entre la ilusión y la gente volvían a reencontrarse; los cantos de aliento y la despedida fiel del ¡¡CURSIONISTAS!! ¡¡CURSIONISTAS!! daban cuenta de la inmensa alegría con la que todos los leales nos volvimos al Bajo Belgrano, y que supimos compartir con los pasajeros del viejo ferrocarril.

miércoles, 11 de abril de 2012

El "Coliseo del Bajo Belgrano" cumple 100 años.


Por Adrian Bollici
Luego de la fundación del Club Unión Excursionistas en febrero de 1910, se iniciaron las acciones tendientes a conformar los equipos de fútbol en vista al inicio del campeonato de 1911. Esto no presentaba preocupación ya que había valores de calidad para formar una escuadra competitiva, pero sí había otra labor titánica pendiente, la de conseguir un terreno de juego propio, requisito fundamental para la práctica del fútbol. Al cabo de innumerables solicitudes entre las propuestas ofrecidas apareció una pequeña parcela en el Parque Chacabuco, pero sus dimensiones eran muy pequeñas por lo que se desisitió de utilizarla.
Luego merced a la actuación del secretario Sr. Santos Cameán, quien era amigo del Intendente de la Ciudad de Buenos Aires don Joaquín S. Anchorena y del Director de Paseos don Benito Carrasco, se consiguió un descampado en el Bajo Belgrano. El mismo estaba delimitado por las calles Migueletes, José Hernández, Miñones y La Pampa. Teniendo en cuenta que la mayoría de los socios vivían en el centro y en el barrio de Palermo, se decidió iniciar los trámites para tomar posesión del predio, hecho que se produjo el 10 de diciembre de 1910.
En esa época el panorama no era el de hoy, en Belgrano estaba ubicada la quema donde se utilizaba la basura para el relleno de zonas bajas, lo que generaba continuas inundaciones por la falta de un sistema cloacal. Pese a ello los dirigentes comenzaron a proyectar un trabajo faraónico para transformarlo en una cancha de fútbol.
Para 1911 el “field” aún no se encontraba habilitado, por lo que decidieron alquilar la cancha del Club Florida situada en dicha localidad, donde el verde hizo las veces de local. Así fue que inscribieron dos equipos de Tercera División y uno de Cuarta en la primitiva Argentine Football Association. Los días domingos los jugadores y los primeros hinchas debían viajar hasta Florida con el ferrocarril, según nos cuenta la revista “El Fortín de Belgrano” del año 1940 “en aquellos tiempos nuestro club tenía su himno propio, que se entonaba después de cada partido y también durante el trayecto de Florida hasta Colegiales y Retiro punto de despedida”. Ellos vieron su sueño convertirse en realidad cuando el Unión Excursionistas debutó en Avellaneda venciendo al Club Merton por 3 –1.
Las campañas realizadas en 1911 colmaron las expectativas, e inmediatamente los dirigentes comenzaron a trabajar con la mente puesta en 1912, el primer objetivo que debían cumplir era poner en condiciones el campo de juego.
Se decidió por todos los medios habilitar la cancha de Pampa y Miñones para el próximo torneo a iniciarse en abril de 1912. Gracias a las influencias de algunos socios fundadores se obtuvo del Banco Proveedor un crédito de $600 que se emplearon en la construcción de la primera casilla, y posteriormente otro de $1000 de la Asoc. Argentina. Los Señores Masciotra, Zelada, Gantes, Cameán y el Sr. Puig de la administración de La Nación, actuaron en dichas operaciones con fortuna. Por otro lado dirigentes, simpatizantes y jugadores lograron reunir cierta cantidad de fondos, para comprar los materiales necesarios y así construir la casilla y colocar el alambrado exterior, condiciones básicas para utilizarlo como ¨field¨.
De la mano de obra no había por qué preocuparse ya que se contaba con un cuerpo de voluntarios trabajadores. Todos los sábados después de finalizar la labor semanal, se daban cita en Excursionistas para trabajar. Los jóvenes colaboradores a los que nos referimos eran: P. Gilardi, R. Gantes, S. Cameán, J. Zelada, N. Pasanetti, R. y E. Mastronardi, Gradilone, Briba, Merlo, Ghiano, Frere, Carbone y posiblemente algún otro aquí olvidado. La mayoría de los nombrados trabajaron hasta la madrugada, y los que vivían lejos se quedaron a dormir en la cancha.
Durante la mañana del 14 de abril de 1912 todos concluyeron los trabajos pendientes dado que a las 15 horas se jugaba el primer partido del Campeonato de Tercera División.
A la hora señalada los jugadores que momentos antes habían estado trabajando, se hallaban en sus puestos vistiendo la vieja casaca albiverde, para enfrentar al Club Libertad por la primera fecha El equipo estaba compuesto por: Passalacqua, Romero, Ghiano, Passanetti, Zarlenga, Maceiras, Gantes, Gelfi, Mora, Masciotra, Branda, ganando el equipo de Unión Excursionistas por 4 a 0, marcando en tres ocasiones Raúl Gantes y Branda el restante.
Ese fue el primer partido jugado en nuestro “field” de una serie infinita que se extendió durante 100 años. Según las épocas nuestro estadio fue conocido como El Fortín de Belgrano, o Pampa y Miñones, o El Coliseo del Bajo Belgrano, hoy tiene el honor de ser uno de los escenarios más antiguos del fútbol argentino por haber llegado a sobrevivir un siglo, con la ayuda de sus hinchas que durante todos estos años colaboraron incansablemente, para que el verde siga siendo del Bajo Belgrano.
El 14 de abril de 2012 se cumplen 100 años que en Pampa y Miñones se jugó el primera partido, FELIZ CUMPLEAÑOS FORTIN DE BELGRANO!!!!

martes, 3 de abril de 2012

Central Córdoba 2 - Excursionistas 1 (3/4/1982)

Por Marcos Damián Tricarico
La Argentina vivía por aquellas horas un momento de profunda emoción producto de la reconquista de las Islas Malvinas. La política decisión fue tomada por el gobierno de facto presidido por el ya fallecido General Leopoldo Fortunato Galtieri, un militar que junto con muchos otros hombres de las fuerzas armadas y cientos civiles cómplices buscaban perpetuarse en el ejercicio del poder. El país pasaba en pocas horas de la durísima represión y muerte, vivida en la plaza de mayo por la protesta de la CGT, a la euforia por la reconquista de “la querida perla austral”. La atención de la ciudadanía, sin dudas, se había centrado en las noticias que llegaban desde las Islas, a través de los distintos comunicados que eran suministrados por la cadena nacional de radiodifusión. Sin embargo, la disputa de los partidos correspondientes a las distintas categorías del fútbol argentino no se suspendieron, los mismos se llevaron a cabo en los escenarios asignados para cada uno de ellos, como es el caso de este partido disputado en la ciudad de Rosario entre Central Córdoba y nuestro querido Excursionistas. La intensa lluvia que caía en la “Chicago Argentina” no impidió que un centenar de “leales” se llegasen hasta el estadio Gabino Sosa para brindar el aliento a este muy buen equipo. De todos modos aquella tarde, todos los presentes nos hallábamos con las portátiles escuchando las últimas novedades suministradas por los comunicados, aunados por la gesta de Malvinas. Recuerdo que la absurda división de clases entre “provincianos” y “porteños” no existió, fusionándonos todos en el momento del izamiento de nuestra insignia patria en un emocionante grito de ¡¡ARGENTINA!! ¡¡ARGENTINA!!. El encuentro fue muy intenso en donde el equipo dirigido por Marchetti buscó el arco rival con inteligencia y buena disposición; en cambio el local a través de la dinámica de su mediocampo y la peligrosidad de su delantero Guerrero, intentó acercar peligro al arco defendido por Llesona. La intensa lluvia conspiró en el despliegue del buen juego que ambas escuadras pudieran tener, haciendo que el partido tuviera acciones imprevistas como el primer gol del charrúa rosarino. El “Verde” de ahí en más, con voluntad y mucho esfuerzo por vencer a las adversidades que mostraban el resultado y las inclemencias del tiempo, fue hacia el arco de Quinto Pagés. Lo buscó a lo largo de todo el tiempo que restó para terminar la primera etapa y en casi toda la segunda, pero el pobre desempeño del árbitro conspiró contra tal búsqueda; las expulsiones de los delanteros Garaffa y El Alí fueron determinantes para el resultado, ya que en los minutos finales otra vez Guerrero marcaba el segundo tanto de su equipo. Sólo el orgullo del equipo le permitió arribar al descuento gracias a un penal convertido por Fonseca Gómes. El 2 a 1 final se constituyó en la primera derrota de este gran equipo que siguió buscando el anhelado sueño del ascenso a la “B”. Mientras en Argentina se abría una herida que 30 años más tarde aún continuaría abierta.

viernes, 30 de marzo de 2012

Atlanta 0 – Excursionistas 1 (30.12.1955)

Finalizado el torneo de 1954, Excursionistas había logrado alcanzar los 35 puntos que lo ubicaron en la mitad de la tabla de posiciones. El equipo que se coronó campeón fue Estudiantes de La Plata de gran campaña, seguido muy de cerca por Argentinos Jrs. y Colón. Para 1955 Excursionistas mantuvo prácticamente el mismo equipo. La única incorporación para destacar fue la del arquero Carlos Mario Facciola, proveniente de Argentinos Jrs. y poseedor de una gran contextura física, tal vez un tanto excedida, que le hizo ganar el mote de “la vaca voladora”.
En la primera fecha el verde visitó a All Boys y ganó 2-1 con goles de Nieves y Tulio González. Todo hacía presagiar otro torneo con similares características al anterior, sin grandes brillos ni sobresaltos. La realidad, sin embargo, iba a demostrar que el campeonato sería un drama. El verde recién volvió a conocer la victoria en la séptima fecha en la barranca quilmeña frente a Argentino. Pero lo peor estaba por llegar…. En las siguientes 19 fechas solo consiguió vencer en tres ocasiones: en Escalada a Talleres por 1-0, en Santa Fe a un encumbrado Unión por 2-1 (siendo ésta una de las dos victorias en cancha del tatengue en toda nuestra historia) y a Colón en Belgrano por 3-2. Luego del triunfo frente a los sabaleros, restaban por disputarse cinco fechas y el panorama era peligroso. Los últimos tres puestos de la tabla de posiciones estaban ocupados por All Boys 20 pts., Excursionistas 19 pts. y Defensores 15 pts. Aún había 10 puntos más en juego y el último descendería a Primera C.
En la jornada 30º Excursio rescató un punto en Mataderos con Nueva Chicago, mientras que All Boys y Defe ganaron sus respectivos encuentros. En la fecha 31º llamativamente los tres equipos en cuestión fueron derrotados. El sábado siguiente los albos le ganaron a Almagro y con esa victoria pusieron a salvo su estadía en la categoría. El domingo 23 de diciembre el verde cayó en Banfield por 4 a 1 y Defe por su parte goleó a Temperley por el mismo score. El escenario estaba al rojo vivo: Excursio 20 pts. y Defensores 19 y quedaban todavía por disputarse dos fechas.
Es difícil imaginar hoy en día como habrán pasado la Navidad del ´55 nuestros hinchas, pero seguramente a la hora de los brindis, no sería difícil de adivinar cuál fue el tema predominante. El 27 de diciembre Excursionistas venció a Quilmes por 1-0 en el Bajo Belgrano y Defe 3-2 a Argentino de Quilmes en el sur. Ambos llegaban a la última fecha separados por un punto en un mano a mano dramático. Los rojinegros recibían a Almagro en Núñez, un tricolor que se ubicaba entre los últimos puestos de la tabla. Excursionistas visitaba a Atlanta en cancha de Platense.
La última fecha jugada el 30 de diciembre no se olvidaría jamás. Iniciada la jornada, inmediatamente llegó por radio la información que daba cuenta de un gol rojinegro. Excursio estaba obligado a ganar si quería evitar el descenso, pero no había forma de abrir el marcador. Mientras… la cruel radio volvía a informar que Defe ahora ganaba por 3-0. Sin embargo, algo extraño sucedió aquella tarde en Manuela Pedraza y Crámer…. Cuentan los más antiguos hinchas del verde, que luego de una situación harto confusa dentro del área el juez marcó penal para Excursionistas. Era la oportunidad!!!!! Quedaban escasos minutos para el final. Increíblemente, ningún jugador quería hacerse cargo de semejante responsabilidad y finalmente aquel arquero mencionado Carlos Facciola, abandonando el arco fue en busca del balón. Corajudo y con nervios de acero, luego de acomodarlo, esperó el pitazo del árbitro. Serenamente envió la pelota al fondo del arco, dejando al arquero Angel Rocha sin chances. Poco quedaba ya y los últimos minutos transcurrieron entre muchos nervios y poca novedad hasta el pitazo final. El verde de esta forma esquivó el descenso y los hinchas en forma de agradecimiento, no dejaban de corear desde la tribuna el clásico ¡¡¡FACCIOLA, FACCIOLA, LA VACA VOLADORA!!!.
Carlos Mario Facciola atajó en Excursio durante los torneos de 1955,1956 y 1957, además de ganarse el apodo de “la vaca voladora” por su impresionante contextura física y su habilidad para volar en cada atajada, siempre quedó en el corazón de los hinchas desde aquella tarde. Atajó en 73 partidos (esta entre los 10 que mas lo hicieron en la historia del club) y convirtió un gol en primera. Un gol que sirvió nada menos que para eludir un descenso y mandar a los vecinos de siempre un escalafón abajo en el fútbol argentino.

lunes, 26 de marzo de 2012

Excursionistas 4 - Sarmiento de Junín 1 (17/5/1989)

Por Marcos Damián Tricarico.
Tanto había cambiado la actitud del equipo, que a pesar de la derrota en Junín ante Sarmiento por 3 a 1, en todos los “leales” existía la confianza de dar vuelta el resultado y obtener el pasaje a la final del octogonal. La esperanza estaba, pero a decir verdad, la empresa de remontar dos goles y ante un duro rival como Sarmiento no era fácil. Pese a jugarse en un día laborable, bastante público acompañó al visitante hasta el estadio de All Boys, aunque en comparación con la cantidad de “leales” presentes, tal convocatoria era escasa. El DT Guillermo Tuya debía pensar, en la previa, un sistema que posibilitara a Excursionistas acceder a un gol rápidamente y desde allí empezar a presionar para manejar, si se quiere, psicológicamente el partido. No sé con exactitud si llegó a elaborar tal estratagema pero lo que sí sé con precisión, es que al cabo de los primeros diez minutos de juego, el Verde se había puesto al frente en el marcador por 2 a 0. Los goles de José Luis Eckerdt y de un eficaz Aragón nos ponían de cara a la posibilidad cierta de pasar a la final del torneo. Excursionistas fue una tromba de fútbol y de garra; sorprendió a su rival y no le dejó siquiera posibilidad alguna de trasponer la línea divisoria del campo de juego. Esos minutos fueron a todo vértigo, tanto que hasta el recordado Antonio Gorsd, a grito pelado, pedía tranquilidad a los jugadores. Es que tanto ímpetu debía ser controlado para no sufrir algún contraataque que nos perjudicara luego. El pedido tuvo cierto eco ya que Excursio bajó los decibeles de intensidad, y con inteligencia siguió controlando las acciones del juego. Pero como es costumbre en nuestra sufrida historia, en el último minuto del primer tiempo a través de un tiro libre ejecutado por el zaguero Olavarriaga, Sarmiento consiguió el descuento que le daba el acceso a la final. Otro partido se iniciaba con los 45 minutos finales, ya que el visitante se aferraría a dicho resultado, mientras el Verde debía ir otra vez búsqueda del gol que le diera la posibilidad, al menos de llegar al alargue. Con nervios, ansiedades y angustias, en un contexto en donde las agujas del reloj comenzaban a clavarse en el ánimo, se fue desarrollando este segundo período. Para instancias definitorias como ésta siempre se debe tener, más allá de la actitud y de la voluntad, la presencia de alguien distinto, ya sea por su juego o su condición goleadora, afortunadamente Excursionistas lo tuvo en Claudio Caimi, quien promediando la etapa y a cinco minutos del final establecía el 4 a 1 logrando el pase a la gran final por el ascenso. Locura, alegría, éxtasis, euforia y porque no lágrimas en muchos de los rostros presentes tanto en la platea, como en la popular superior de la tribuna, dieron el marco ideal para abrazarnos otra vez a la ilusión de volver a la “B”. Brazos en alto y un solo grito “CURSIONISTAS, CURSIONISTAS” rompieron en Floresta la tranquilidad de una tarde que difícilmente se pueda olvidar.

viernes, 16 de marzo de 2012

San Telmo 0 - Excursionistas 1 (18/4/1987)

Por Marcos Damián Tricarico.
Sin dudas era el partido del campeonato; aquí uno de los dos se despedía de la lucha franca por el título, y el que triunfara sabía perfectamente que le jugaría el ascenso directo a la “B” al puntero Laferrere. Mucha gente de Excursionistas llegó hasta a la Isla Maciel para ver este partido incluso en número superior al local, que a manera de recibimiento, nos arrojó durante gran parte del primer tiempo numerosas piedras, dado que la tribuna lateral había sido dividida y en ella se encontraban ubicadas ambas hinchadas, todos unidos en un solo objetivo: el campeonato. Toda la pasión y la fe centrada en lo que pudiera hacer nuestro equipo en la cancha. Y toda la atención puesta tanto en la transmisión radial del partido que el puntero jugaría con Argentino de Quilmes en la barranca quilmeña, como también en los hechos que sucedían en la Plaza de Mayo y en el cuartel de Martelli, con la rebelión de un grupo de facciosos autodenominados “carapintadas”, quienes buscaban poner en jaque la novel democracia que vivía nuestra Argentina. En este contexto, el Verde fue a pelear por su destino; en ningún momento dudó en salir a buscar el partido; lo hizo con inteligencia y prudencia sabiendo que cada pelota y que cada acción, demandaría un esfuerzo supremo por parte de cada uno de los integrantes de este enorme equipo. El equipo seguía siendo el mismo, sin variantes tanto en nombres como en posiciones; sólo restaba saber cómo y cuándo podría establecer una diferencia que, como estaba planteado el encuentro, sería mínima y decisiva. Los primeros 45 minutos fueron de mucha tensión y fricción; San Telmo intentó imponer el juego fuerte como arma de amedrentamiento, aunque de poco le sirvió porque el Verde además de saber jugar sabía también “poner”. Sin mayores variantes salvo un par de centros aislados y algunos tiros de larga distancia, la primera etapa se fue sin modificación alguna. Quedaba el segundo período y aquí sí alguno de los dos debería jugarse por el triunfo ya que un empate los marginaba a ambos; “el que hace el gol gana” y GANÓ EXCURSIONISTAS CARAJO gracias a un jugada que nació del lateral derecho de nuestro ataque, el “Polaco” Caimi recibió un centro a media altura, aguantando la marca de su defensor arqueó su cuerpo, y dio su latigazo seco que rompió el arco defendido por Mena. GOOOOOLLLL y emoción ya que con este resultado y el transitorio empate de Laferrere, el Verde alcanzaba a tan sólo tres fechas del final la punta del campeonato. Había que aguantar y se aguantó; con fútbol y decisión de una defensa impasable, de un medio campo luchador y de un Amulet auxiliador como nunca y como pocos; siempre él se las rebuscaba para recibir libre de marca y llevarse la pelota bien lejos del campo Verde. El final llegó, y con los abrazos y también las lágrimas de un triunfo inolvidable que sólo lo eclipsó el gol del puntero a poco de terminar su partido, pero sirvió para demostrar que en la brava Excursio siempre se agranda.

sábado, 10 de marzo de 2012

Excursionistas 1 - Almagro 2 (7.12.1985) Parte 2

Por Marcos Damián Tricarico.
La hora de la verdad llegaba al Bajo Belgrano; más allá del mal tiempo reinante y de las condiciones del campo de juego, todo estaba dado para que Excursionistas pasara los cuartos de final y prosiguiera su camino en búsqueda de su tradicional lugar: la Primera “B”. Mucho público de uno y otro bando, como suele suceder en todo clásico, con gran colorido en las tribunas y mucho fervor en los cánticos de aliento. Los “leales”, sin importar la pobre imagen que había dado el “Verde” en José Ingenieros, llegábamos con confianza e ilusión ya que, aún con el empate, se aseguraba el pasaje a la siguiente ronda. Por lo visto aquella tarde, no siempre tener dos resultados a favor es sinónimo de objetivo cumplido; lo digo ya que en ocasiones nos preguntábamos por qué nos tocaba estar obligados a un solo resultado y el rival a dos; y en otras por qué no teníamos la chance de definir la serie en condición de local. En fin, lo cierto y concreto es que a lo largo del tiempo, nos sucedieron todas las probabilidades de definición, y las mismas se nos escurrieron como agua entre las manos, al igual que en ésta, ya que el agua no faltó a la cita, puesto que la lluvia que cayó sobre gran parte del partido fue muy intensa. Pensábamos que la actitud calculadora que tuvo Excursionistas en el partido de ida, se debía exclusivamente al carácter de jugar de visitante, y que no era un sistema de juego a implementarse en la serie. El “Verde” se equivocó en querer llevar a cabo nuevamente el mismo sistema táctico, dado que permitió dejar venir a un Almagro necesitado y obligado; tanto lo dejó venir que el visitante paulatinamente fue ganando la posesión del terreno y la pelota. Lentamente el trabajo realizado por Mazariche, (¿lo recuerda?) y Ruiz en el mediocampo, más los desplazamientos ofensivos de Horvath (¿le resulta conocido?) y de un ignoto Omar Catalán, que tres años después pasaría a la historia grande del Racing Club, convirtiendo el gol con el que la “Academia” conquistara la Supercopa, fue cimentando el triunfo “tricolor” que lograría con goles de Horvath de penal y de Omar Catalán, éste último luego de un grosero e imperdonable error de Julio Panelo, del quien no se tenía el mejor de los recuerdos tras su actuación dos años antes en la final con Talleres en Escalada. La jugada fatídica se produjo cuando el zaguero intentó jugar para atrás una pelota que tenía muchas probabilidades de quedarse frenada en el barro, como finalmente ocurrió y a la que se le conjugaron la salida tardía del arquero Quiroga y la velocidad del mencionado Catalán. Allí todo acabó, más allá del penal convertido por Saa y del descuento otorgado por el árbitro. La nueva decepción se daba la mano otra vez con una historia repetida; las broncas y los análisis futboleros estuvieron por doquier en el patio del “cabildo,” y se vieron alterados por fuerte reproches efectuados al zaguero Panelo, quien malamente pretendió repeler el mismo aduciendo estar bajo los síntomas de un shock nervioso, que no justifiqué en aquel momento ni aún hoy justifico.

jueves, 1 de marzo de 2012

Almagro 0 - Excursionistas 0 (4.12.1985) Parte 1

Por Marcos Damián Tricarico.
La etapa regular del campeonato de la Primera “C” había concluído. Defensa y Justicia lograba coronarse campeón, por ende, obtuvo el ascenso a la Primera “B” merecidamente. Se abría paso pues, al tradicional octogonal, que salía en la búsqueda del acompañante del “Halcón de Varela”; ocho equipos comenzaban dicha etapa con la idea de darle forma de ascenso a sus sueños. Como no podía ser de otra manera, dentro de ellos estaba nuestro querido Excursionistas. El equipo de Oscar “Nene” Gómez y Perfecto Rodríguez había terminado el torneo con 51 puntos al igual que Tristán Suárez y Deportivo Armenio. Pero por diferencia de gol quedó ubicado en el tercer puesto de la tabla, un hecho más que saliente ya que para la definición en las respectivas fases de este petit-torneo, a igualdad de puntos y goles correría tal ventaja deportiva. Todo estaba dado como para llegar a una final como la del ’83 con Talleres de Escalada, pero con el deseo que el resultado esta vez fuera muy distinto. Las ubicaciones en la tabla general determinaron que el cruce en cuartos de final sea con ¡Almagro!; sí, justo con el “tricolor” de José Ingenieros al cual siempre nos costaba ganarles. En esta ocasión contábamos con la esperanza de pasarlos, ya que por primera vez les habíamos ganado en el “Bajo” por 1 a 0 con gol del “Tano” José Di Rissio. De todas formas, era un clásico y como tal siempre el resultado está abierto; por ello y con enorme expectativa, los “leales” concurrimos al estadio de Almagro llenando gran parte de la popular visitante, muy a pesar de jugarse en un día de semana. El partido en sí no dio para comentario alguno porque fue aburrido y sin emociones; parecían jugar ambos a “no jugar”, con un local que quería y no podía y un Excursio que podía pero que se conformaba con el empate, sabiendo que la vuelta se jugaría en “Pampa y Miñones” y que corría con la ventaja deportiva. El aliento fue constante, como también los cánticos cruzados con la hinchada local que invitaban a un encuentro en el puente de Víctor Hugo y General Paz, y recordar de ese modo “viejos tiempos”; usted me entiende ¿no?. La manera irónica de jugar del uruguayo Méndez Pereira, el arquero de Almagro, y la pasión que de por sí genera solamente Excursionistas nos mantuvo con energía durante un segundo tiempo malísimo; tan es así que la única situación de gol que se produjo en todo ese período fue un centro que Rubén Saá desperdició estando solo, solito y solo, en medio del área y de cara al arco en el que todos estábamos apostados. Al errarle olímpicamente a la pelota, el inolvidable “Polaco” José Arnaldo Yasbak, “el viejo de Manliba”, vociferó con su timbre de voz particular “¡TIZAAAAAAAAAAAAAAAA!”. Después de dicha jugada, nada más quedó por reflejar; el partido se fue sin siquiera dejar motivo para comentario alguno, salvo el recuerdo de esta singular jugada que, tres días después en la revancha, sería recordada con enorme decepción por ser lo que no fue y por no lograr evitar lo que si fue.

sábado, 25 de febrero de 2012

Def. Cambaceres 1 - Excursionistas 7 (24.9.1983) Parte 2

Por Marcos Damián Tricarico.
“El camino va quedando expedito” fue el título utilizado por nuestra inolvidable revista “Excursio, una voz de Belgrano”, luego del importantísimo empate ante Ituzaingó en calidad de visitante. Y cuanta razón tenía dicho titular, ya que el “verde del oeste” era en ese momento del campeonato, el principal contendiente en la pelea por una plaza en el Octogonal del ‘83. Luego de este valioso resultado, Excursionistas viajaba a Ensenada para enfrentar a un necesitado Cambaceres, que se debatía por permanecer en la categoría. La sangre en el ojo por aquellos dos tiros libres de Osvaldo “Patota” Potente perduraba aún, y con dicha sensación concurrimos a ver este encuentro con ánimo de revancha, esa que solamente otorga el fútbol y no ninguna otra. Mayúscula sorpresa nos llevamos al observar que el local, ya no tenía en su equipo a aquellas veteranas figuras; de todos modos ello de ninguna manera iba en detrimento de aquel deseo de revancha. Viajes largos si los había para llegar a una cancha era éste: primero en el viejo Ferrocarril Roca hasta La Plata para luego, combinar con el colectivo local que compartí con el querido “gordo” Terenzio y su hermano Roberto. Al llegar a la cancha reconocieron a un amigo en común con Guillermo Bustos y logramos ingresar por el portón de atrás sin abonar entrada. La expectativa por la clasificación crecía como el juego de Excursio en el torneo: a pasos agigantados. El equipo definitivamente había encontrado a sus 11 jugadores que se jugarían por el ascenso, y que fecha tras fecha iban demostrándolo, como esa tarde en donde la actuación fue sencillamente sensacional. No tuvo fisuras, fue dominador absoluto, serio y leal ya que en ningún momento “sobró” la situación; jugó con la conciencia de saber que se enfrentaba ante una buena posibilidad de hacer una diferencia en goles, que pudiera servir ante cualquier eventualidad de definición de puestos clasificatorios. Aquella tarde Defensores de Cambaceres, más allá de haber sufrido una goleada histórica por 7 a 1, que de manera alguna condenó su futuro en la divisional, pudo tener el placer de observar y degustar la primera y única vez en la que el “Beto” Horvath, a lo largo de su vasta trayectoria, convirtiera 4 goles en un partido. Los otros dos goles del “Paragua” Martínez Fariña y del puntero Morel, daban cifras finales a un partido que ingresó en la historia de las grandes goleadas del “Verde”. La victoria ante el rojo de Ensenada, le otorgó a Excursionistas los puntos suficientes para estirar la diferencia existente con Ituzaingó, que había perdido en la barranca de Quilmes ante Argentino, y meterse de lleno en un octogonal que en breve lo tendría de principal protagonista. Tarde de sol y de goles; de revancha saciada y de un costoso largo viaje de ida y vuelta en pesos, que se buscó recuperar en la estación Constitución ofreciéndo los boletos al 50% de su valor.

domingo, 12 de febrero de 2012

Excursionistas 2 - Def. Cambaceres 2 (14.5.1983) Parte 1.

Por Marcos Damián Tricarico
Se daba por hecho que Excursionistas conquistaría aquella tarde los dos puntos que le permitieran seguir peleando el ansiado ascenso a la “B”. Nadie preveía la pérdida de unidad alguna, a excepción de un señor de contextura física no muy delgada, un tanto calvo y que por sus propios medios se había acercado hasta La Pampa 1376. Un tipo común que con un sobretodo y un pequeño bolso, ingresó al vestuario para calzarse la “10” roja de Defensores de Cambaceres, un equipo que permanentemente vivía haciendo equilibrio para no caer en el vacío del descenso. Me refiero a Osvaldo Potente, figura destacadísima en el Boca Juniors de la década de los ’70, quien junto a otro veterano, Alfredo Letanú, goleador de Boca y Estudiantes de La Plata y al rubio Emir Arrambide, símbolo de aquel conjunto de Ensenada, llegaban al “Bajo” con el único objetivo de sumar al menos un punto para engrosar su pobre promedio. ¡Por favor; mirá si nos vamos a preocupar por este partido!, ¡dejáte de embromar, a estos veteranos les pasamos el trapo! fueron algunas de las reflexiones que priori todos supimos esbozar. Y la verdad, como siempre suele suceder, no estuvo en los dichos sino en el verde césped, como bien definió en su momento el inolvidable Ángel Labruna; y justamente allí Excursio no pudo mostrar la superioridad que de por sí reflejaba la tabla de posiciones. Más allá de haber sido dominador del encuentro, careció de justeza para definir en el área de un rival, que sólo atinaba a defenderse y muy de vez en cuando llegar hasta el arco de Peralta Luna. En uno de los esporádicos avances del visitante se produjo un tiro libre; el calvo hombre del bolso tomó la pelota, era la segunda o tercera que había tocado en el transcurso del partido, y convirtió el gol que abría el marcador del encuentro. De no creer, no había razón alguna que mínimamente explicara lo que hasta allí era inexplicable. Costó y mucho remontar el resultado porque al shock que generó el gol, se le sumó la ansiedad y la exigencia de todos los “leales” presentes en el “coliseo”. El resultado se pudo revertir gracias a los goles del zurdo Leguizamón y de Heinrich, hasta que promediando los 30 minutos y cuando todos creíamos que el partido estaba definido, otra vez un tiro libre en el arco de La Pampa y otro vez el hombre del bolsito colocaba, con un disparo fuerte y bajo pegadito al palo derecho de Peralta Luna, el 2 a 2 final con el que terminó el partido. Recuerdo un vano intento de Mazariche de hacerle creer al árbitro que la pelota había entrado por el costado del arco. La sorpresa vivida aquél día junto a “Calú” Mosquera fue tan grande, que quizás se constituyó en el preanuncio de otra que estaría por llegar, y no por nuevo tiro libre de Potente, sino por la sorpresiva partida de nuestro entrenador, Edgardo Marchetti.

domingo, 22 de enero de 2012

Dock Sud 2 – Excursionistas 1 (16.04.2000)

Uno de los grandes clásicos del ascenso es Excursionistas - Dock Sud, un duelo que si bien carece de una rivalidad barrial, posee todo los demás condimentos necesarios. Ambos clubes cuentan con hinchas fanáticos, solo fervientes seguidores de sus colores y con una extensa historia en el fútbol de ascenso. Además es uno de los partidos con mayor cantidad de ediciones en las categorías menores. El “clásico” lleva registrados 108 enfrentamientos con 38 victorias por bando y 32 empates.
Respecto al historial podemos decir que jugar en la cancha del Docke nunca fue tarea fácil. Por ejemplo en los primeros 20 años de fútbol, el verde pudo rescatar solo cuatro victorias en el sur. Pero esta balanza se equiparó en las dos décadas posteriores, ya que entre 1961 y 1995 el verde solo perdió tres partidos en condición de visitante.
El encuentro disputado en 1995 jugado en Primera B, con el correr del tiempo se iba a constituir en la última victoria del verde hasta la fecha. Fue un 11 de marzo y Excursio formó con Frías, Lúquez, Dopazo, “Ventana” Gorsd, Sosa, Martín, Lemos, “Beto” Horvath, “Pecho” Sáenz, Szeszurak y Vitale. El verde se jugaba una parada bravísima ante la acuciante situación con el descenso. A los 26 minutos del primer tiempo el local abrió el marcador de la mano de Antonetti, cinco minutos más tarde el “Búfalo” Szeszurak debió abandonar el campo de juego por una lesión. Las perspectivas eran las peores pero…. Un ignoto juvenil llamado Jorge Chávez, quien reemplazó al “Búfalo”, estaba dispuesto a reescribir la historia. En el segundo período el cambio dio sus ganancias, cuando el mismo Chávez con gran astucia y habilidad, garabateó dos jugadas calcadas en las que dejó parados a Cuffone y Marascio y definió ante la salida de Sanagua. A los 30 minutos Excursionistas había dado vuelta la historia y ahora se imponía 2-1, un triunfo que le dio un poco de aire en aquel apremiante torneo. Excursio alcanzó una victoria inesperada que le daría esperanzas en su lucha por mantener la categoría, objetivo que, como sabemos, no lograría.
Al cabo de algunos años sin jugarse el clásico, el Docke volvió a descender a Primera C y el derby volvió a reeditarse. Esta vez el escenario era totalmente diferente: Excursio marchaba primero en el torneo seguido muy de cerca por Dep. Merlo y el tercero en discordia era el Docke. El elenco de Rapa parecía perfilarse como candidato a lograr el título. El partido había sido programado por la Policía para el domingo 16 de abril del año 2000 por la mañana. El sábado 15, en la cancha de Baby Fútbol del club, se realizó una gran cena-show donde se festejó el 90 aniversario de la fundación de Excursionistas. Recuerdo que la cena transcurrió dentro de un marco de nerviosismo total. El verde, además de jugar un fútbol de alto vuelo, venía de ganar 10 partidos seguidos, algo inédito en nuestra historia futbolística. Finalizada la fiesta algunos hinchas fueron a recuperar fuerzas a sus casas, pero muchos continuaron con una gira nocturna que, como final, tendría el mismo destino para el inicio del viaje a Avellaneda: La Pampa 1376. A las 10 de la mañana una decena de micros esperaban en la puerta del club, para transportar a los hinchas, que partieron en el horario establecido acompañados de autos y motos adornados con banderas.
Mientras la caravana verde cruzaba el puente del Riachuelo, se observaba la silueta de un hombre que desde la Isla agitaba su mano derecha en el aire. Cualquier inocente habría pensado que un viejo habitante de la mítica Isla Maciel saludaba el paso de la caravana, pero el reflejo del sol matutino hizo brillar algo que el isleño sostenía en su mano. Ya un poco más cerca notamos claramente que no nos saludaba, sino que agitaba su mano en la que empuñaba un revólver amenazante.
Ese día a Excursionistas le salió todo mal adentro de la cancha. De entrada el juez Alejandro Derenvín, que tuvo un arbitraje pésimo, expulsó al angoleño Da Silva. Después Héctor Ravello debió abandonar el campo de juego, luego de recibir un codazo que casi le rompió la nariz. El Docke aprovechó dos distracciones defensivas y se puso 0-2. Más tarde Diego Fuentes marcó el descuento pero no alcanzaría. La aparentemente interminable racha éxitos se quedó allí en el reducto de “los inundados”.
Luego de la victoria de 1995 el verde visitó el “Estadio de los Inmigrantes” diez veces mas sin poder conseguir una victoria, con cuatro empates y seis derrotas. Excursionistas nunca más, desde que el “Petiso” Chávez diera vuelta aquella contienda, pudo retornar al Bajo victorioso.

lunes, 16 de enero de 2012

Dep. Español 1 - Excursionistas 2 (5.4.1977)

Por Marcos Damián Tricarico
El barrio de Floresta, más precisamente el antiguo estadio de All Boys, era el lugar de disputa de este encuentro que correspondía a la 5ta. fecha del campeonato de la Primera “C” de 1977. Allí Excursionistas visitaba al Deportivo Español, que en el transcurso de esa temporada haría las veces de local al igual que en el estadio de Atlanta. Ello sucedía puesto que “los gallegos” aún no tenían su estadio “España”, y debían alquilar cada año un escenario distinto. Así sucedió en el ‘75 con la vieja cancha San Lorenzo de Av. La Plata o en el ‘76 con la de Barracas Central. Para mi este partido ya revestía como una especie de clásico, sin saber con precisión el porqué; quizás un poco por el origen itálico de la familia de la cual provengo y otro poco, por cierta “cosa” que me producía el hecho de saber que era uno, por no decir el único club, que por aquellos años tenía la suerte de ser transmitido en todos sus partidos por una radio. La misma emisora que a su vez transmitía los domingos a Vélez Sarsfield, poseyendo ambas transmisiones el mismo slogan que decía “en otra súper de Horacio Irañeta”, quien era el productor de las mismas. El hecho es que, tales circunstancias sumadas al deseo de ir y ver ganar al “Verde”, lograron que junto a un compañero de la primaria, viviera mi primera excursión en calidad de visitante.
A pesar del dolor sufrido por la final perdida en el viejo Gasómetro ante Argentino de Quilmes, y que todavía perduraba, muchos fueron los “leales” que se acercaron y ocuparon gran parte la tribuna lateral de madera de la calle Chivilcoy, la misma que en la actualidad es de cemento y en donde se encuentran los bancos de suplentes y vestuarios. El “Verde”, que aquella tarde jugara con camiseta blanca y que se encontraba dirigido por Juan Madía, que dicho sea de paso fuera por poco tiempo, se mantuvo expectante con saber qué haría el local en el transcurso de los primeros minutos. Un Deportivo Español que tenía entre sus figuras a Hugo Zerr, un volante que durante años jugara y se lo identificara con Nueva Chicago, al goleador Luis Moreno, su figura más emblemática de aquel entonces y a un ex Excursio, Eduardo Menconi. En cierto modo éstos fueron los causantes, al cabo de los primeros 45 minutos, que el “Verde” se vaya al vestuario abajo en el marcador. Pero en el segundo tiempo todo cambió; Excursionistas, gracias al buen juego del “Mingo” Zarza, a la garra del “Gallego” Fernández más la habilidad y la capacidad goleadora de Jorge Villagra, autor de los dos goles, logró en tan sólo 10 minutos dar vuelta el resultado. Esto permitió ganarle una vez más al conjunto españolista y alcanzar así la punta de la tabla de posiciones. Gran alegría en todos los “leales” que una vez más empezábamos a entusiasmarnos con el ascenso y un debut, el mío como visitante, que había logrado tener al igual que mi clásico origen itálico el final soñado.